domingo, 14 de diciembre de 2008

23 no son nada

He aquí: en bombacha, escribiendo en este blog, tomando coca y destrozando el último pedazo de torta que me hizo mi sobrina (sí, puedo hacer muchas cosas al mismo tiempo). Recién llegadita de una fiestita pedorra y bañadita, dispuesta a salir nuevamente si alguien lo dispone. Mentira, no aguantaría un meneaito más.
Tenía que escribir "algo" de LA semana que tuve. ¡CARAJO, QUE semana!.
Ya desde el vamos, le dije CHAU CHAU a mis 22 añitos con la noche MAS BIZARRA Y SALVAJE que tuve en TODA mi vida: pero QUE noche TETÉ. Oooh si, Oooh fuck como diría P.
Mi mamá me regaló un arbolito de navidad re peque con lucecitas y una carta, es la mamá más tierna de todo el mundo. Me saludó a las 12 con mi torta preferida y un desayuno y regalitos.
Mi celular no paró de sonar en todoo el día: me sorprendí y me emocioné.
Mis penitas me cantaron el feliz cumple y me hicieron un cartel en el pizarrón. Jodimos todo el día y obvio, no quedó otra que tener que festejarlo en donde hay chicos todos musculosos meneándose para un lado y para el otro. Previo a viajar 1 hs en colectivo, comiendo empanadas y cagándonos de risa, como es usual.
Bebimos, bebimos bailamos bebimos, bailamos. Y todas cachondas. Para que aclarar más.
El sábado recibo un llamado que decía: "estoy a media cuadra, sacá 2 tenedores YA. CHAU". Y mi hermana que aparecía en la puerta con una torta diciendo "se derrite, se derrite". Vinieron mis hermanos, mis viejos y mi sobri me hizo la torta más rica y sorpresiva: a ver, adiviná que tiene. La pendeja tiene 9 años y ya sabe secretos de depilación, maquillaje, cocina. Y yo era una terrible boludona que pensaba que los Reyes Magos entraban por el ojo de la cerradura.
Después vino F, nos pusimos todos los brillos y bebimos como 2 hijas de puta. Fuimos a una fiesta HORRIBLE. O sea, donde se vio que los chicos se meneen con los chicos? WHAT THE FUCK! Y no estabamos en Amérika, estabamos en un club rugbier. O sea. Asi que con mi mejor cara de culo caminé y caminé y me perdí y caminé y llegué a Lomas. Esquivar para no encontrarme con nadie y caminar abajo de la lluvia con una compañía bastante agradable.
LLegar a casa y dormir hasta las CUATRO de la tarde.
Estoy MUY cansada.
Pero estoy MUY bien.
MUY.
Ya tengo 23 años. Veintitrés.
Se sienten como más, pero cuántos más tengo, menos años me dan.
Vivo sola y tengo un conejo que se llama Charly.
Un trabajo que nada tiene que ver conmigo, pero unas personas adentro que hacen que disfrute de estar ahí, desde que entro, hasta que salgo.
La familia más linda de todo el planeta tierra.
No creo que necesite mucho más.
No por ahora.

SAY NO MORE

(ahora más que nunca)

2 comentarios:

Unknown dijo...

jajaj me alegro que la hayas pasado tan bien!!!

Anónimo dijo...

Que noche teté!!! Todo fue x vos amiga: hombres musculosos, aceitados y meneando... irresistibles!!! ajajajaja!!!!
Buen recivimiento a estos 23 añitos!!
Salud... y say no more!!
Ro :)