miércoles, 21 de enero de 2009


Y así amanecí después de una noche de piyama party con mi hermana y mi sobrina.
Mi cara era inmostrable y mi sobrina tenía un ta-te-ti enorme escrito en la espalda. A lo que corrió a mi hermana por toda la casa con cara de loca como si el fibrón fuese un hacha. Hicimos videitos y nos reímos mucho.
Mi familia no es para nada normal, pero me hacen TAN BIEN.

2 comentarios:

Call me crazy! dijo...

:-D Me hiciste disfrutar esa piyamada!
Esbocé una sonrisa tierna! Gracias!

Unknown dijo...

familia normal? eso no existe, no te preocupes!