martes, 24 de febrero de 2009

sábados

El sábado entre señores y señoras de marcada edad, hicimos arder la pista con F. y la N. masculina.
nota: queridas, si se sienten en esos días en que todo lo que nos ponemos nos queda mal, que el pelo no está en su mejor momento y nos sentimos ET, me chiflan y le paso la dire de ese lugar TAN reconfortante. Les puedo asegurar que una vez ahí adentro, se van a sentir la Venus de Milo.
Entre pasito y pasito, ojitos y manitos, copita va copita viene, la envidia acechaba a N. cuando de repente se le acerca uno que le dice: "Tengo billetera y auto". Era EL personaje de la noche: Marce.
Marce era un tipo cincuentón, periodista, con credencial y todo. Nunca supimos con exactitud dónde trabajaba, pero lo tuvimos encima toda la noche y nos compró mucho vinito rico.
Marce me dijo que me iba a llevar a la fama: que iba a ser más que una chica Sofovich y N. iba a ser mi manager.
Marce le tanteó el bulto a N. y lo llamó al otro día: "que teníamos que salir otro día", le dijo.
Marce no asume que creció, evidentemente.

Cuando volvimos, nos pusimos a bailar abajo de la lluvia con N. Apagamos las luces, prendimos muchas velas y mientras comíamos la torta que me regaló F. charlamos incoherentemente. De esas charlas que quedan por los siglos de los siglos, de esas cosas raras, con sensaciones raras también y bastante nostalgia después de un sábado de la PUTA MADRE.
Después vino la F. masculina como todos los domingos a la mañana y todo mi domingo fue extraño también.
Nunca hablé de la F. masculina
y creo que nunca lo haré.

Alabado seas vos, SÁBADO.



2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Unknown dijo...

fernando bravo?