sábado, 13 de noviembre de 2010

te escucho...

Soñé con tiburones.
Hablé de tiburones.
Entonces, me di cuenta (de lo que no quería): que no eran mios; que no son mios.
Que me come todo lo que le pasa a la gente que quiero y me rodea.
Que hay muchas caras esperando una respuesta mia.
¡Una respuesta mia!.
¡Quién soy yo para dar una respuesta!
¿Porque carajo esperas una solución de parte mia?
Es algo que no entiendo, no entendí y jamás voy a entender.

Entonces, yo estoy en mi centro; en armonía, pero cuando alguien viene con un intento de lágrima, contengo, escucho; y después...
¡se me descajeta todo!

No soy Luisa Delfino.
Un toque de piedad, please.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

es cuestion, de no sentirse centro, solo parte. es importante hace sentir que somos parte, solo somos celulas que funcionamos cuando somos parte de algo, somos animales de manada. sentirse centro o con la sabiduria de que podemos solucionar cosas, lastima y hace mal.

soy invisible, dijo...

Justamente porque no me siento el centro: o porque no quiero serlo, ni remotamente.